sábado, 1 de octubre de 2011

HONDURAS MÍA


Por: Federico Álvarez
Los hondureños nos sentimos orgullosos de serlo y con legítima razón. Tenemos muy clara nuestra pertenencia a este territorio geográfico, estamos plenamente identificados con la cultura del país que se ha ido forjando a lo largo de muchos años: una forma de ser, una manera de hablar, un conjunto de actitudes sociales, un tipo de comida. Y nos relacionamos íntimamente con todo aquello que simboliza la patria.
Lo que pareciera que no tenemos muy claro, es que este país es nuestro. Rara vez pensamos en que Honduras es mía. Ese sentimiento que obliga, no lo tenemos tan desarrollado.
Pienso que en esta hora crítica de nuestro devenir histórico, es necesario, indispensable, que cada uno de nosotros reflexione sobre la responsabilidad que tenemos para con Honduras. La mía, no la nuestra, sino la responsabilidad y la obligación que yo, personalmente, tengo para con el país. Para con esta tierra que Dios me ha dado o que me ha permitido adoptar, y que es mía. Honduras me pertenece, a mí y a usted y cada uno de mis conciudadanos: es una consecuencia ineludible de la nacionalidad.
Por ello, yo, usted y cada uno de ese nosotros colectivo que constituimos los hondureños, somos responsables del cuidado de Honduras y de su integridad. Responsables de su mejoramiento continuo. Responsables de su progreso y de su desarrollo. Mi obligación para con Honduras es la misma que puedo tener para con mi madre, para con mi esposa, para con mis hijos.
Hay que decirlo sin ambages y tomar conciencia de ello: Si Honduras es pobre, es por mi culpa. Si Honduras se desgarra en la violencia y la cultura de la muerte, es porque yo no he hecho nada al respecto. Si los bienes del país, que son mis bienes, se los roban los corruptos, es porque yo lo permito. Y si pienso que el gobierno no hace lo que debe, es porque yo no le exijo otra cosa, porque los gobernantes son mis empleados y tengo el derecho y la obligación de recordarles su condición y de exigirles que cumplan con su deber. Y si más de la mitad de mis conciudadanos se debaten en la pobreza, en una abyecta miseria que les impide una vida digna, es también porque yo o no hago nada o hago muy poco por contribuir a darles una oportunidad de salir adelante.
Cuantas veces participamos de reuniones de amigos o de compañeros de trabajo en las que desgastamos horas de horas para quejarnos por todo y de todo. Todos nos hemos convertido en expertos en ver y analizar los problemas de Honduras y somos especialistas en decir lo que se debe hacer. Bueno, en realidad, lo que deben hacer otros, porque lo que soy yo… Para conmigo mismo soy magnánimo y excuso siempre mi egoísmo: “Yo no puedo, no tengo tiempo”, “ya les he dicho, pero no hacen caso”, “¿y uno qué puede hacer? Si es por gusto”, “¡ehh! yo no. ¿Y yo por qué? Lo que yo quiero es irme a los iunai”.
Ya basta. ¡Si yo continúo abandonando mi responsabilidad, voy a perder el país, mi país!
Dicen que la esperanza es lo último que se pierde y siento que en Honduras se ha perdido la esperanza. Los que tenemos hijos estudiando fuera no queremos que regresen y los que pueden físicamente, sólo quieren irse, largarse, a llorar por la patria en Miami.
Si yo pongo mi parte y usted la suya, este país maravilloso saldrá adelante renovado y pujante. Porque está lleno, pletórico de oportunidades. ¡Puedo!, ¡puedes!, ¡podemos! ¡Debemos! Sólo se necesita un acto de la voluntad y demostrar mi amor por esta Honduras mía con obras y no con palabras.

1 comentario:

  1. Es una lastimas escuchar a ciertos cadidatos que no sabian que en 1985 hubo otra crisis politica la origino el "glorioso Partido Liberal" porque quisieron perpetuarse en el poder mediante una Asamblea Nacional Constituyente.
    Resulta que PL dividio al Congreso la Corte al PN y a la sociedad en general cuando un grupo de leales al ex presidente Suazo Cordova quisiero abolir el congreso y pormover el continusmo pero el pueblo hondureño siempre ha estado callado pero pendiente de lo que hacen los politicos nefastos hoy el Partido Libre quiere repetir ese oscuro episodio cuando llegue al poder, que triste vivir del poder toda la vida ser parasitos de un pueblo noble y trabajador como el nuestro ojo hermanos hondureños no creamos en los REVOLUCIONAROS DE CAFETIN que todo lo arreglan con ponerse una boina y creerse y el Che Guevara sin haber puesto el pellejo por los mas desposeidos

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