CARTA PÚBLICA
AL SEÑOR PRESIDENTE PORFIRIO LOBO SOSA
Estimado Señor Presidente,
En nombre de la Unión Cívica Democrática, nos complace dirigirnos a Usted para exponerle, públicamente, nuestras preocupaciones sobre la forma que está conduciendo nuestro país.
Ante todo nos preocupa su actitud y el lenguaje que utiliza cada vez que se refiere a las personas que no somos de izquierda, a los empresarios del país, a todos los profesionales que a base de esfuerzo se han forjado un destino en esta Patria común.
No entendemos cómo una persona que ha hecho de la reconciliación nacional su principal propósito de Gobierno, puede mantener una posición de confrontación, menosprecio e insulto para quienes Usted llama “la derecha”. Y nos preocupa, enormemente que Usted diga que hay grupos poderosos “recalcitrantes” que se oponen a toda reforma en bien de nuestra Honduras. Todavía más, Usted manifiesta que se siente “amenazado” por esos grupos. Al no identificarlos con nombre y apellido, nos ofende a todos.
Si las reformas que Usted desea impulsar promueven la generación de inversión, empleo y riqueza. Si se proponen acabar con la corrupción de Gobierno. Si se orientan a fortalecer los programas sociales, la educación y la salud, tan abandonadas y descuidadas. Si procuran reducir decididamente la pobreza, con más acciones y menos discursos. Si su deseo es lograr una mejor democracia, con más participación ciudadana, con Poderes del Estado más independientes y con Instituciones más firmes, con la instauración definitiva del imperio de la Ley. Si su propósito es que los recursos públicos se manejen con honestidad, prudencia y eficiencia. Entonces no creemos que haya nadie de la “derecha” que no esté dispuesto a apoyarlo decididamente.
Lo que no se puede apoyar es la ambigüedad y lo desconocido. Los llamados a reformas constitucionales sin conocer el contenido. Las posturas populistas, los pronunciamientos que saben a doctrinas e ideologías fallidas que solo miseria y atraso han traído a los países donde se han implantado. El desprecio por la Ley. El irrespeto a la Corte Suprema de Justicia. La intolerancia y el despotismo. El repartir lo ajeno sin responsabilidad.
Presidente, todos, absolutamente todos somos hondureños con igualdad de derechos. Incluso aquellos que no coincidimos con sus decisiones. Y Usted es el Presidente de todos y se debe a todos.
Todos tenemos derecho a saber qué rumbo lleva su Gobierno: El rumbo que ofreció en el “Honduras is Open for Business” o el rumbo que revela el informe del Encargado de Negocios de Venezuela (que Usted ha reconocido como cierto en un 90%).
Señor Presidente, los miembros de la Unión Cívica Democrática no somos sus enemigos. Al igual que Usted queremos lo mejor para nuestra patria. Y nuestra contribución a ese fin es nuestra permanente exigencia porque prive en Honduras la democracia, la ley, el respeto, la honestidad y el orden y para que en ese marco, se brinde un mejor futuro para los hijos de todos los ciudadanos, con la firme convicción de que un país sin respeto a la Ley y con una gran mayoría de sus ciudadanos en situación de exclusión y pobreza, no es viable.
Atentamente,
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