Bogotá, 30 de diciembre.- Según un cable confidencial filtrado por WikiLeaks, el gobierno de Evo Morales simuló una trama terrorista para culpar a UnoAmérica.
El esquema fraudulento es idéntico al que usó Chávez posteriormente para encarcelar al Presidente de UnoAmérica, Alejandro Peña Esclusa.
El 29 de abril de 2009, la Embajada de los Estados Unidos envió un cable, identificado con el número 204756, donde asegura que el gobierno boliviano armó un falso complot para "asesinar" al presidente Evo Morales y luego culpar a sus adversarios, entre ellos a la Unión de Organizaciones Democráticas de América, UnoAmérica.
WikiLeaks revela que la Embajada de EEUU informó a Washington sobre la trama del gobierno boliviano respecto a la existencia de una supuesta célula terrorista, dirigida por un extranjero de apellido Rozsa, a la que los medios oficiales -entre ellos Bolpress- intentaron vincular con UnoAmérica, sin presentar prueba alguna.
La Embajada de EE UU afirma que Rozsa y sus compañeros fueron contratados por los servicios de inteligencia bolivianos para montar una falsa trama terrorista y justificar la persecución desatada después contra los dirigentes de Santa Cruz, bastión opositor al Gobierno. Según el cable, los servicios secretos sembraron pruebas falsas para justificar su versión.
El cable filtrado por WikiLealks informa que el gobierno boliviano descalifica a UnoAmérica, diciendo que se trata de una "organización de ultra derecha, dependiente de instituciones norteamericanas, como la USAID y la National Endowment Foundation (NED)".
En julio de 2010, el gobierno venezolano siguió exactamente el mismo guión: inventó una trama sobre una supuesta célula terrorista, dirigida por un extranjero de apellido Chávez Abarca, que -según el gobierno- pretendía asesinar a Hugo Chávez. Los medios oficiales -entre ellos VTV- involucraron al Presidente de UnoAmérica, Alejandro Peña Esclusa, con este complot, sin presentar prueba alguna. Chávez Abarca fue enviado inmediatamente a Cuba, para que no pudiera ser interrogado. Previamente, los canales del Estado lanzaron una feroz campaña de descalificaciones contra Peña Esclusa.
El pasado 12 de julio, un comando de 20 hombres armados ingresaron ilegalmente en la casa de Peña Esclusa, sembraron falsas pruebas en el escritorio de su hija de ocho años, y lo llevaron a los calabozos de la policía política, donde permanece encerrado hasta la fecha.
Un vocero de UnoAmérica declaró que "las revelaciones de WikiLeaks demuestran que los gobiernos de Bolivia y de Venezuela utilizan los mismas operaciones sucias, diseñadas por el G2 cubano, para neutralizar ilegalmente a sus adversarios. Estas nuevos indicios deberían ser suficientes para exonerar a Peña Esclusa de toda culpa".
El caso Peña Esclusa está plagado de irregularidades, entre ellas: cinco funcionarios participaron en el allanamiento sin autorización judicial, el expediente fue asignado a dedo, se negó el derecho a la defensa, el juez condenó públicamente al acusado antes del juicio, etc.