domingo, 9 de enero de 2011

CARTA A DON PEPE LOBO


Tegucigalpa, 
Sr. Porfirio Lobo Sosa.
Presidente de Honduras
Tegucigalpa.
Su correo electrónico.

Estimado don Pepe,
Le escribo como ciudadana que votó por Ud. en las últimas elecciones generales.
En el Foro del Canal 10 del día 4 de enero, Ud. dijo muchas cosas. Algunas de ellas muy confusas y contradictorias. Pero me llamó mucho la atención que Ud. expresara  un gran amor por los pobres, poniendo sus dos manos sobre el corazón y diciendo que en eso nunca va a cambiar.
Me acordé de inmediato de aquel dicho popular tan sabio que dice “Obras son amores y no buenas razones”.
Don Pepe, una persona que ama a los pobres, normalmente no lo dice con la boca, sino que lo proclama con sus hechos. Actúa para ayudarlos a salir de su pobreza. Pone todo su empeño en mejorar los servicios de salud, de educación, de nutrición y se preocupa por generarles empleo, no regalándoles dinero sino haciéndoles posible que obtengan más ingresos.
Hay algunas cosas de sentido común que Ud. debe recordar:
Primero, si no se genera riqueza en el país, se aumenta la pobreza. Y la riqueza solo la genera el sector privado, con inversión y producción. Solo con mucha inversión y mucha producción se podrán generar los ingresos de impuestos que necesita el Estado para los programas de reducción de pobreza.
Sin embargo, Ud. mantiene un ambiente de desconfianza e inseguridad jurídica que tiene asustados a los empresarios nacionales y que impide que se generen inversiones.
Segundo, la educación es crítica para que las personas de un país salgan de la pobreza. Esa educación debe ser suficiente y de calidad.
Sin embargo Ud. le ha entregado la educación de Honduras a los gremios políticos magisteriales, concediéndoles todos sus deseos y sin pedirles nada a cambio. Ha actuado políticamente y no a favor de los pobres. En vez de fortalecer a los padres de familia para que sean ellos quienes aseguren la transparencia en la actuación de los maestros, les ha incumplido sus promesas.
Un pueblo desnutrido y sin salud no puede, de ninguna manera, superar su propia pobreza.
Y sin embargo Ud. no ha hecho absolutamente nada por mejorar las condiciones de los hospitales y centros de salud del país y las estadísticas de la FAO muestra un retroceso en los índices de nutrición de los hondureños.
Ud. ama a los pobres, pero actúa como si amara más a Mel. Ud. ha hecho cien veces más por él que por los pobres de Honduras. A los pobres solo los ha usado de excusa.
Lo único que Ud. ha hecho a favor de los pobres es la entrega del Bono 10 mil. Pero déjeme decirle don Pepe, que el éxito de este programa no se mide según la cantidad de fotos que se saque entregándolo, ni según la cantidad de anuncios de televisión que pague el Gobierno promoviendo su imagen.
El Bono 10 mil será un éxito solo si los fondos salen del presupuesto y no del endeudamiento externo y si se da un cercano seguimiento para que los beneficiados cumplan con mandar sus hijos a la escuela. De otra forma no sirve para nada.
¿Ama a los pobres? ¡Qué se vea!
Cariñosamente,
Vana Gloria Política.

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